El Grand Palais se ha convertido por un día en un aeropuerto con mostradores para facturar, personal en tierra, carteleras con vuelos destino a Shanghai, Nueva York, Moscú, incluso controles de seguridad, para albergar las últimas propuestas Karl Lagerfeld para Chanel.
Sobre la pasarela hemos visto los clásicos de la firma, trajes de chaqueta y falda en tweed a cuadros, abrigos-vestido con cortes rectos y diseños de sastrería. El denim también forma parte de esta colección en forma de vestidos, chaquetas y pantalones. Los motivos geométricos en forma de cuadros y combinados con flores 3D hechas en organza junto con el tweed han ocupado gran parte del desfile en vestidos por los tobillos, faldas con vuelo y pantalones holgados. Los estampados abstractos en capas y vestidos envueltos en pantalones y los diseños más románticos en rosa y blanco también han tenido cabida en la colección.
La noche de Chanel se viste de negro y plata con paillettes, cueros y troqueles en tops combinados con faldas de corte midi.
La gama cromática ha tenido como base el binomio blanco-negro con varios diseños en rosa amaranto, rosa palo, azul grisáceo, azul cerúleo, azul pastel y gris. El punto de color lo han puesto el naranja, el rosa flúor, el rojo y el azul eléctrico.
Los complementos incluyen gorras como complemento ‘sporty’, sandalias con plataforma, acharoladas con tacón ancho en plateado y los clásicos bolsos de la firma en los estampados y tonos vistos en el desfile.