Es difícil iniciar la crítica de una gira cuando aparecen conceptos nuevos o nos mueven las bases de cuanto estamos acostumbrados a ver. Y es que cuando hablamos de Rosalia está claro que nos viene a la mente una artista que no va a hacer lo que todo el mundo espera, una artista que si siente la necesidad de crear algo de una manera un tanto ortodoxa lo va hacer, así que partiendo de ese punto os hablaré de esta gira.
Motomami World Tour, en su parte española que es la que he podido conocer, es una gira realizada tanto en localizaciones exteriores como las fechas de Almería, Sevilla, Granada, Fuengirola (localización de ensueño ésta), Valencia, …, así como en interiores (Madrid o Barcelona entre otras) en lo que hay que destacar que la disposición del escenario cambia dependiendo de ello dando lugar a que en los eventos en interior se permita que el backstage y almacenaje esté situado en las propias instalaciones del evento y así eliminar huecos que se usan para esto en las pantallas laterales y convirtiendo así la «pantalla pasarela principal» en una auténtica pasarela, aumentando así también la cantidad de fans que pueden verla en primera fila pudiendo rodear toda el escenario.
La gira no cuenta con teloneros, lo cual permite que la apertura de puertas se pueda ajustar más y los asistentes tengan que esperar dentro del reciento algo menos de dos horas para el inicio del show, una espera amenizada por una playlist creada en exclusiva por la artista y que cuenta con temas como «Te Estoy Amando Locamente» de Las Grecas, «Saoco» Daddy Yankee y Wisin o «Candy» de Plan B.
Esta espera sirve para que uno pueda inspeccionar el escenario al detalle y pueda apreciar lo preparado que está para poder retransmitir el evento en directo contando con varias cámaras, algunas de ellas minúsculas, que evitan así entorpecer en exceso la vista de los asistentes, el tamaño descomunal de los proyectores usados para retransmitir las imágenes en los exteriores, o el curioso artilugio blanco a pie de pista que sirve como ventilador oculto (y que hace que tampoco estorbe la visibilidad del show).
Antes de entrar en detalle con el evento, cabe destacar una de las cosas que más molesta al público de pista que es el steadicam. Un hombre con cámara al hombro que persigue a Rosalia en multitud de canciones y que dificulta momentáneamente a los asistentes la vista pero que permite, gracias a una increíble realización, que el público que se encuentra más lejos disfrute del show como si en primera fila se encontrase, con unos primerísimos primeros planos donde, por ocasiones, toda la cara de Rosalía ocupe las pantallas y que humaniza mucho al artista (ya que no todas las artistas dejan que les graben tan de cerca).
Y ahora así, el volumen de la música se dispara y empieza a sonar «MATSURI-SHAKE» de Ni-Hao! que sirve de calentamiento para lo que se está a punto de presenciar, un tema con el que el público ya enloquece para dar paso al inicio oficial con «Saoko».
Bailarines y artista salen de modo místico con unos cascos iluminados donde Rosalía empieza con una energía y bailes muy agresivos que te hacen conectar enseguida con el show. Lógicamente, después este arranque es necesario un descanso que viene de la mano de «Candy», un tema que interpreta con mucha soltura, y esta vez más tranquila, para dar paso a su lado más dulce de la mano de «Bizcochito».
Seguimos el show con el primer single de «Motomami», «La Fama», el cual interpreta en directo con diversos arreglos que nos hacen disfrutar del tema de una forma diferente para tampoco dejarla exhausto para uno de los temas más esperados.
Con un speech bastante largo, entre acordes y diversos ajustes en la guitarra, la artista catalana se prepara para interpretar «Dolerme» donde Rosalia canta y toca las cuerdas en uno de los momentos más íntimos que cuenta con el público.
De esta manera siguen los temas «De Aquí No Sales + Bulerias» en un mashup muy elaborado, “Motomami” y otro de los temas más esperados de la noche, «G3 N15», un tema que compuso durante la pandemia dedicado a su sobrino GENIS que no pudo ver en dos años inmersa en todo el proceso creativo del álbum.
Después otro momento de calma llega el momento de bailar un poco de la mano de Tokischa y el tema «Linda» donde junto con el cuerpo de baile nos traen un momento para disfrutar.
Llegados aquí, la artista se toma un respiro y aprovecha para conectar más con el público leyendo pancartas y bajando al foso a interpretar el tema que tiene junto a Bad Bunny, «La Noche de Anoche», donde permite incluso que los fans puedan cantar al micrófono.
Diablo, es el tema elegido para poder cambiarse un poco el look, subiendo a una silla de barbería para desmaquillarse y cortarse las trenzas, estableciendo así un punto de división entre las dos partes del shows.
A continuación llega el momento de «Hentai», que la artista la interpretar a piano, «Pienso en tu Mira», «Perdóname» (donde versiona el famoso tema de La Factoría) y en algún conciertos «De Plata», que interpreta con una descomunal cola negra que ocupa todo el escenario.
«Abcdefg» no podía faltar como otro momento para conectar donde Rosalia siempre luce muy humilde y dulce con el público para abriéndoselos camino con un medley que empieza con el aclamado tema «La Combi Versace» para hacerle una oda ahora al más puro estilo reggeaton con «Relación Remix», «Acelera» (donde podemos el público enloquecer al ver a Rosalia mover el trasero), “Papichulo” y “Gasolina” con “TKN” entre media y finalizándolos con «Yo X Ti, Tu X Mi» y la compañía de los fans que suben al escenario y el tema (inédito) del verano, «Despechá».
Otro tema inédito que nos cuela es «Aislamiento», un tema lento que da paso a «Blinding Lights» que nos prepara para escuchar otro tema (que seguramente se incorpore a la cara b o versión deluxe), «Chiri» y, esta vez si, da paso para el tema más intimo que se puede disfrutar (digo el más intimo porque si intentabas cantar con ella te mandaban callar), «Como Un G» y que ponía a todo el público con los ojos en lágrimas.
Así, llegamos a «Malamente» y pasando por «Delirio de Grandeza» y un visual de otro tema inédito «LAX» para llegar al final del show con «Con Altura».
De esta manera el escenario queda vacío para que el publico pueda pedir el «BIS» dando lugar a que el cuerpo de baile con Rosalía incluida, salgan con patinetes al escenario para terminar esta fiesta con «Chicken Teriyaki», regalarnos un último momento de magia con su voz en «Sakura» que interpreta con la compañía de su pianista (el cual está presente en todo el show por el lado izquierdo del escenario) y por supuesto hacernos soltar toda la adrenalina de la noche con «CUUUUuuuuuute».
Sin duda, un directo inversivo increíble donde ha pecado en algunas localizaciones de mucha falta de organización pero que como su primera gira mundial sirve para sentar base y decirle a mundo que está dispuesta a innovar, salga bien o mal, en todos los aspectos que pueda como artista.
Así lo hizo con el disco, con su presentación y con su gira.
A seguir creciendo, ¡Felicidades Rosalía!