“LA CHISMOTEKA”: perreo de mujeres que mandan (y encima super divertidas)

Featured image for ““LA CHISMOTEKA”: perreo de mujeres que mandan (y encima super divertidas)”

“LA CHISMOTEKA” junta a LIZZ, Tomasa del Real, Sugaarrbaby y Main Costa en un tema que no busca épicas ni discursos en mayúsculas. Es reggaetón mexa mezclado con la vibra chilena y ese toque español callejero que no se pule para sonar internacional. Y justo ahí está la gracia: es divertido, se pega rápido y recupera esa energía juguetona que el género a veces se toma demasiado en serio. No quiere demostrar nada; simplemente te coloca en un mood de noche sin expectativas.

Un tema que entra solo

La canción avanza con ese ritmo rápido que no necesita explicación y un descaro que se nota desde el primer compás. No pretende revolucionar nada ni colocarse como “el hit del mes”. Más bien transmite esa sensación de cuatro mujeres relajadas, soltándose líneas con naturalidad y riéndose un poco de todo.

Eso se nota también en cómo está cantado: no hay obsesión por sonar impecables, ni por esconder imperfecciones. Eso le da personalidad y te sitúa justo donde quiere estar: calor, pista de baile, y cero interés en analizarla demasiado. Es de esas canciones que entran sin que te des cuenta.

Los visuals: ellas arriba, ellos al fondo

Los visuals mantiene la misma actitud. Ellas aparecen con una presencia muy marcada: miradas firmes, estilismos que encajan con su carácter y una seguridad que no necesita explicarse. Mientras, los hombres quedan en segundo plano, casi como piezas del decorado. Es una inversión de roles hecha con ironía, sin sermones ni clases de moralidad.

La energía que transmite

“LA CHISMOTEKA” no viene a cambiar la conversación del reggaetón, pero sí te recuerda una cosa: el género también puede ser ligero, mordaz y femenino sin envoltorios de empowerment prefabricado (aunque no hay nada más empoderador que usar a los hombres como simples objetos). Hay humor, hay ironía y hay una complicidad real entre las artistas que acaba transmitiéndose.

Tiene ese punto de libertad sin pose, donde la canción parece hecha para divertirse ellas primero y para que tú te metas en ese mood si te apetece. En un momento donde todo está milimetrado para encajar en el algoritmo, este tipo de lanzamientos más espontáneos se agradecen.

Michaels Mads
Compartir:

Sigue leyendo...