Hoy a las 11.00 de la mañana se inauguraba en Madrid una de las superficies comerciales más grandes del mundo. Con 12.400 metros cuadrados, la cadena Primark de ropa Low-Cost ha invadido el emblemático edificio de Gran Vía, 32 para crear un edificio comercial de 5 plantas y que será atendido por cerca de 573 empleados. Pero desde mi experiencia de madrileño solo me viene una idea a la cabeza, ¿qué pasarán con las calles?
De sobra es sabido la cantidad de gente de aglomera la Gran Vía de Madrid sea cual sea la época del año, pero aún es peor cuando llegan periodos festivos o de rebajas en las tiendas donde prácticamente resulta imposible andar pudiendo tardar en desplazarte de Gran Vía – Fuencarral a Gran Via – Callao más de 20 minutos en Navidades.
Y es que no estamos hablando de una pequeña tienda de 2 plantas, estamos hablando de la reina de la ropa a bajo coste, que sin duda atraerá a miles y miles de personas, no solo de provincia de Madrid, ya que sin duda será también punto obligado para todo turista amante de las compras. ¿Será la Gran Vía capaz de absorber el impacto que tendrá la apertura de este monstruo de las compras? Esperemos que desde el Ayto. de Madrid piensen seriamente en hacer peatonal una calle que ha sobrevivido a todo.