Chanel nos lleva a un jardín de ensueño en su colección de Primavera de Alta Costura

Floral y colorida. Así es la nueva propuesta de Chanel, arrancando el segundo día de la Semana de la Alta Costura. Bajo el techo acristalado del Grand Palais, se encontraba un acogedor invernadero, repleto de vegetación tropical. Llevando trajes clásicos en enérgicos tonos, que dieron paso a chaquetas cortas y faldas bajas, dejando la cintura a la vista. Sobre sus cabezas, sombreros de paja trenzada recubiertos con tul delicadamente colocado. Pero también, se vieron ‘beanies’ en tweed y mohair con sofisticados apliques primaverales. A medida que avanzaba el desfile, aparecieron vestidos de vuelo y crop-tops con un gran trabajo tras de ellos. Como colofón, la novia, inherente a la Alta Costura de la firma, vestida con un elaborado atuendo, largo y diáfano, con multitud de flores bordadas. Hoy más que nunca, se ha visto en Chanel la esencia de Mademoiselle; cortes rectos y estilizantes, prendas cómodas que formaban una completísima propuesta, aplaudida en una intensa y merecida ovación. “Hemos tardado casi un año en hacer esto realidad”, declaraba Karl Lagerfeld a Suzy Menkes tras el show. Lo que está claro es que la mente del Kaiser continua arrojando un aluvión de ideas, el concepto perfecto entre revolución y tradición.


Fotografías por Giovanni Giannoni


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