Aitana cierra su gira de festivales en el auditorio Castrelos de Vigo ante 90.000 personas, y sí, es posible

Aitana cierra «la gira de su vida», antes de los dos shows en el estadio Santiago Bernabéu, en la ciudad de Vigo. Este fin de gira de festivales tiene lugar en el auditorio Castrelos ante 90.000 personas. Muchos se preguntan ¿es posible esta cifra?, pues la respuesta es que sí.

Tras varios años de espera, por fin el auditorio de Castrelos de Vigo acogió el concierto de Aitana, ya que según había dicho el propio alcalde, Abel Caballero, la catalana era una de las más solicitadas por los vecinos.

La medición del aforo en este recinto plantea un desafío debido a su diseño híbrido, que combina espacios abiertos y cerrados. La cifra oficial de 15.000 personas, proporcionada por el ayuntamiento, representa una estimación basada en las zonas con control de acceso. No obstante, la existencia de áreas de acceso libre hace que esta cifra sea difícil de corroborar y pueda variar significativamente en función de diferentes eventos.

¿Es realmente posible que hubieran 90.000 personas?

El problema surge al considerar que la parte del recinto con entrada gratuita no tiene ningún tipo de restricción, ya sea en cuanto a espacio o a número de personas. Esta característica permite que en eventos muy populares, como fue el concierto de Aitana, el público se extienda más allá de las zonas delimitadas, ocupando incluso espacios como el parque y la carretera, donde las condiciones de visibilidad y sonido son, por supuesto, muchísimo peores. Pero, en grandes conciertos tienen una gran afluencia.

En el hipotético caso de que el espacio de acceso libre se llenara por completo, y asumiendo una densidad de 4 personas por metro cuadrado (un cálculo bastante ajustado), el aforo total podría alcanzar las 49.000 personas. No obstante, si consideramos una densidad más realista de 2 personas por metro cuadrado, la capacidad se reduciría a aproximadamente 33.000 asistentes. Para alcanzar cifras como las 90.000 personas, sería necesario ocupar prácticamente todo el parque de Castrelos, incluyendo la carretera, como ocurrió en el caso del concierto de Aitana, donde la afluencia fue masiva.