REVIEW: Z. AIMARZ abre su propia era generacional

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3.5 out of 5.0 stars

El debut de AIMARZ llega con un título tan directo como ambicioso: Z. Doce cortes que funcionan como carta de presentación y al mismo tiempo como manifiesto generacional. El artista vasco se atreve a poner palabras —y beats— a la confusión, las rupturas y los pequeños renacimientos que marcan la veintena.

Un viaje emocional en clave pop digital

El disco arranca desde la herida de una relación rota y va dibujando un arco narrativo que pasa por el duelo, la evasión y, finalmente, la reconstrucción. En ese trayecto, AIMARZ se apoya en el lenguaje híbrido que mejor define a su generación: hyperpop, reggaetón, dembow y hasta pinceladas de k-pop se entrelazan sin miedo al purismo. Canciones como “aaa” o “Zenbat alditan” juegan con la vulnerabilidad, mientras que “Janguea” junto a Euskoprincess abre la puerta a un verano de libertad agridulce.

El euskera suena global

Entre baladas íntimas y ritmos latinos explosivos, AIMARZ demuestra que el euskera puede sonar internacional sin perder identidad. Temas como “Ezezagunak” o “Entzun dezatela” integran la lengua en un universo sonoro que dialoga con lo que está pasando en la música global, derribando etiquetas y demostrando que no hay fronteras cuando la emoción es real.

Producción casera, ambición global

Grabado entre Zumarraga, Salamanca y distintos estudios de colegas como Malakias u Og Gs, el proyecto mantiene un aire DIY pero con ambición profesional. El toque de Mattin Zeberio en mezcla y máster aporta cohesión a un disco que podría desbordarse en su eclecticismo.

Veredicto

Z es un álbum debut que funciona como diario íntimo y como espejo generacional. Tiene momentos más brillantes que otros —la crudeza de “Puta nostalgia” contrasta con pasajes menos definidos—, pero en conjunto marca un inicio prometedor. AIMARZ todavía está encontrando su voz definitiva, pero lo hace con una honestidad que conecta y con un plus: el euskera elevándose como un idioma con potencial global en la música pop contemporánea.

Michaels Mads
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