REVIEW: Perfectas. Emilia Mernes satiriza los estereotipos femeninos

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3.5 out of 5.0 stars

La artista argentina Emilia Mernes regresa con Perfectas, un EP conceptual que se aleja del pop romántico que la hizo viral. Presenta un discurso más ácido, irónico y emocional sobre lo que significa ser mujer en el foco público. El proyecto, aunque se presenta como un “EP”, contiene 11 pistas (6 canciones y 5 interludios). Se apoya en colaboraciones estelares como Tini, Nicki Nicole, Luísa Sonza, Valentina Zenere y Six Sex.

En esta crítica analizamos el mensaje detrás de Perfectas, sus fortalezas y debilidades, y por qué Emilia, incluso sin reinventarse del todo, logra dejar huella.

Un EP camuflado de álbum: estructura y concepto

Aunque Emilia y los medios lo presentan como un EP, Perfectas es más bien un proyecto híbrido entre álbum corto y performance pop. La estructura mezcla canciones completas con interludios que refuerzan la teatralidad del concepto. Es una especie de show de variedades donde se caricaturizan mandatos sociales, desde el cuerpo perfecto hasta la influencer ideal.

Esta sátira se construye desde la ironía, el humor ácido y una estética visual poderosa. Pero no todo es acting al final. La artista rompe la cuarta pared emocional con el tema homónimo Perfectas. Es una balada confesional donde abandona los filtros y se permite la vulnerabilidad.

Colaboraciones con fuerza y estrategia pop

Uno de los puntos más sólidos del EP son las colaboraciones. Blackout, con Tini y Nicki Nicole, tiene una energía pop-reguetón pegajosa. Pone sobre la mesa el empoderamiento desde el goce. Bunda, con Luísa Sonza, aporta fuego brasileño en un corte bailable sin complejos. También sorprende la aparición de Valentina Zenere en Beautiful, una canción que se acompaña de un videoclip visualmente potente y cargado de ironía estética.

Aunque no todas las colaboraciones brillan igual, sí ayudan a crear un universo coral. En él, diferentes “versiones de la mujer perfecta” conviven, chocan o se desarman.

Ironía, presión social y el cuerpo como campo de batalla

La fuerza de Perfectas reside en su discurso. Emilia satiriza lo que se espera de ella —estar siempre hot, perfecta, disponible, controlada— y transforma esa incomodidad en performance. Los interludios, aunque breves, sirven como transición emocional entre el sarcasmo y la sinceridad.

En una entrevista reciente, Mernes reveló que este trabajo nació del hartazgo frente a las críticas constantes sobre su cuerpo. También sobre su voz y su forma de comunicar. El EP es, entonces, un espacio para canalizar esa presión desde la ironía, pero también desde el quiebre. El momento más honesto llega en Perfectas. Allí se despoja del personaje y canta desde el lugar más real: “No quería llorar, pero sí, esta soy yo”.

Valoración final: ¿es Perfectas un paso adelante?

Perfectas no es un disco redondo, ni falta que hace. A ratos se siente más idea que álbum, más puesta en escena que obra musical sólida. Pero eso también es parte de su esencia. La decisión de llamarlo EP, pese a su longitud, parece estratégica: es una obra de concepto, no una promesa de hits.

Lo que Emilia consigue con este proyecto es un statement generacional. Es una forma de decir que incluso en la industria más pop, también se puede incomodar, provocar y llorar.

Bien: el concepto, las colaboraciones con Tini y Luísa Sonza, y el cierre emocional.

Regular: sufre de exceso de teatralidad en algunos tramos, y el formato “EP” le queda pequeño.

Michaels Mads
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