¿Por qué aparecen entradas “de la nada” el día antes de un concierto? Spoiler: no es magia

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Si un concierto lleva semanas “agotado” y de repente aparecen entradas el día antes, no es que la promotora se haya inventado una segunda tanda de milagro. No es magia, ni reventa oculta. Es algo mucho más aburrido (pero real): ajustes de producción.

Producción primero, aforo después

Cuando se anuncia un concierto, los promotores no suelen poner todo el aforo a la venta desde el principio. Parte se queda bloqueada por temas logísticos: secciones que dependen del montaje final del escenario, zonas de visibilidad dudosa, espacio reservado para cámaras, invitados, equipos técnicos o marcas.

Todo eso se define a pocos días del evento, cuando se instala el escenario real y se ve exactamente cuántas butacas o entradas de pista se pueden usar de forma segura. Y ahí es cuando de repente ¡aparecen entradas! que no estaban disponibles hasta ese momento.

Un ejemplo reciente fue el concierto de Dua Lipa en el Movistar Arena Madrid, donde la zona extensible de la Grada Goya, que inicialmente tenía entradas PL1 (de las más caras), finalmente no se vendió porque las cámaras de grabación impedían la visibilidad. Podrían haberse ofrecido como visibilidad reducida o rebajadas, pero nos pareció un acierto que se retiraran directamente, priorizando la experiencia del público sobre el beneficio rápido.

¿Y por qué no lo dicen antes?

Porque ni ellos lo saben con certeza. Y antes que vender más de la cuenta, prefieren retener parte del aforo “por si acaso”. Es una práctica común en recintos grandes como el Movistar Arena Madrid, donde el espacio útil cambia según el diseño del show, las pantallas, el equipo técnico o incluso la demanda.

En conciertos de gran producción —los de artistas internacionales o shows con escenografía elaborada—, esto es lo normal.

La sorpresa: precio original

Lo que a veces descoloca al público es que estas nuevas entradas aparecen al precio original, incluso después de que, durante días, lo único disponible eran asientos “Platinum” a precios mucho más altos.

Ese contraste genera frustración: quien pagó 200 € por una platinum con visibilidad estándar ve cómo otros consiguen su entrada 24h antes por 80 €. No es un error, pero sí deja en evidencia cómo funcionan las jerarquías de venta en plataformas como Ticketmaster. Aun así, quizá es de agradecer que al menos se liberen a precio normal, permitiendo que quien lleva semanas buscando desesperadamente todavía tenga una oportunidad real de entrar sin dejarse medio sueldo.

No es reventa, pero hay letra pequeña

Estas entradas liberadas no suelen ser reventa ni una estafa: vienen directamente del promotor o del recinto. Pero si estás esperando que bajen de precio, mala idea. En la mayoría de los casos se venden al valor inicial (cuando no más alto) porque el evento ya tiene alta demanda y pocas unidades.

También puede pasar que se devuelvan entradas de compromisos institucionales o listas de invitados que no se usan. Y esas, igual: a la venta de nuevo, sin aviso, sin descuentos.

¿Entonces hay que esperar al último momento?

No es lo más recomendable si quieres elegir buena ubicación. Pero si el concierto está “sold out” desde hace semanas y tienes fe, sí que vale la pena revisar el día antes o incluso la misma mañana del evento. Se han dado casos donde se liberan bloques completos de entradas sin previo aviso.

La clave: seguir a la promotora oficial o al recinto en redes (no a cuentas de reventa), activar alertas de Ticketmaster, y si te va el drama, hacer F5 en bucle.

Michaels Mads
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